La Roja de Karen Araya somete a Filipinas antes de afrontar la repesca del Mundial de Nueva Zelanda

La selección femenina de Chile llegará al repechaje del Mundial 2023 con la motivación de haber cerrado a golpe de victoria su ronda previa de amistosos. Las chicas de José Letelier consiguieron ganar a Filipinas en el Estadio de La Pintana por 1-0, con un gol de Karen Araya que sirvió además para terminar con la trayectoria de empates que venía firmando el equipo desde el pasado mes de julio. Este ánimo de remontada está generando esperanzas en el aficionado medio de cara a la cita mundialista. Se trata de un perfil que no duda en usar los mejores bonos de apuestas para hacer que la escuadra chilena figure como favorita en los pronósticos más destacados.

El partido contra las asiáticas estuvo marcado desde el inicio por la superioridad de La Roja, lanzada al ataque desde los primeros compases y tratando de mantener a toda costa la posesión de la pelota en el centro del campo. Suya fue la primera oportunidad de abrir el marcador en el minuto nueve con un lanzamiento envenenado de Karen Araya, que transformó un rechace desde la frontal en una peligrosa volea que a punto estuvo de encontrar puerta.

Este fue el aviso que marcó el rumbo del encuentro, el punto de inflexión desde el que Chile comenzó a elaborar rápidas y constantes transiciones hacia la línea de ataque. El protagonismo cayó especialmente en las extremos, encargadas de darle amplitud al campo y fabricar numerosos desbordes con llegada. La dupla que formaron Navarrete y Toro en el carril izquierdo casi termina dando sus frutos pasado el primer cuarto de hora; de una combinación entre ambas salió un centro medido al corazón del área que aprovechó Paloma López para rematar prácticamente a placer. El tiro se fue por encima del larguero.

A pesar de encontrarse contra las cuerdas buena parte de este tramo inicial, las filipinas dieron la réplica casi de manera sorpresiva, tras un inocente saque de banda que dejó la pelota muerta junto al punto de penalti chileno. Ahí apareció Kitrina Guillou para rebañar el esférico in extremis, cuajando el remate y obligando de esta forma a Antonia Canales a lucir reflejos y evitar la apertura del marcador.

Pasado el susto asiático, el equipo dirigido por Letelier trató de restarle intensidad a su adversario a base de posesión y largas circulaciones. Fue precisamente con este control a favor cuando llegó en el minuto veintitrés el único tanto del partido. Un centro de larga distancia elaborado por Olivares dejó a Zamora con el balón dentro del área y casi en la línea de fondo. La futbolista chilena puso un milimétrico pase atrás para que Araya, que venía acompañando toda la jugada, marcara el 1-0 con un solo toque.

No sólo no bajó el ritmo el conjunto andino, sino que además tuvo ocasiones claras para ampliar la distancia antes de volver a los vestuarios. Las artífices de poner una marcha más al duelo fueron sobre todo Navarrete, Olivares y Paloma López. La primera de ellas demostró una vez más que le sobran regate y precisión; se deshizo de dos oponentes en el costado izquierdo y puso el balón en la cabeza de Karen Araya para que esta rematara, ya sin marcaje, frente al arco defendido por Olivia Davies. A punto estuvo de hacer el segundo; la pelota se marchó fuera, a pocos centímetros del palo derecho y con la guardameta ya batida por completo.

La desesperación empezó a hacer mella en las jugadoras filipinas, incapaces de hilar una jugada prometedora y más concentradas en entorpecer a base de faltas que en dedicar tiempo a la construcción de juego. Con esta actitud vieron hasta dos tarjetas amarillas en apenas cinco minutos, lo que puso de manifiesto su total falta de ideas a la hora de buscar la igualada. Tan sólo se acercaron a la portería local a través de algún saque de esquina que nunca llegó a intimidar a Canales. Lejos de conformarse, el combinado chileno casi pone el 2-0 en el último suspiro de la primera parte: Davies acertó a despejar un tiro de Navarrete fraguado en la esquina del área pequeña.

El comienzo de la segunda mitad renovó el planteamiento del cuadro asiático, decidido en esta ocasión a invertir mucho más en el plano ofensivo. Fue precisamente en una llegada de Filipinas en el minuto cincuenta y cuatro cuando Eggesvik vio la tarjeta roja por doble amonestación tras derribar a Nadayet López en una jugada de ataque. Las visitantes, ya con diez futbolistas sobre el terreno de juego y muy poco que perder, eligieron contener atrás y agarrarse a los contragolpes aislados como única salida. De ahí surgieron un par de intentos de desmarques verticales, perfectamente abortados por las chilenas al fijar muy bien el fuera de juego.

Después de un amplio repertorio de lanzamientos lejanos, La Roja volvió a la carga de la mano de Karen Araya, cuyo pase en profundidad dejó sola a Yenny Acuña frente a la portera rival. La delantera del Santiago Morning estrelló el balón contra el cuerpo de Davies, desperdiciando así otra posibilidad de matar el partido. Finalmente, ya al borde del noventa, un despeje errático de Torrero en la frontal casi provoca el empate definitivo.